Nuevo año, nueva semana de música e, idealmente, recordar que escribo estas entradas porque me gusta la música Y escribir, no porque tenga que hacer reseñar extensas.
Algo nuevo:
Pola & Bryson, Jelani Blackman – Stampede (2025)
Pola & Bryson generalmente producen canciones en el lado más ligero, menos pesado del Drum & Bass, aunque siempre con una producción intrincada que los hace sobresalir de artistas similares. En Stampede muestran que tiene el músculo para producir Neuro muy convincente.
Acompañados del excelente talento vocal de Jelani Blackman, Pola & Bryson suenan un poco al estilo de Neuro que Calyx & TeeBee representaban hace ya casi diez año, naturalmente, con un giro moderno.
Con sintetizadores hipnóticos, una percusión incisiva y una línea de bajo que debes dejar que haga sacudir tus bocinas, Stampede es una muy buena manera de iniciar el año.
Absolutamente música para esos momentos que necesitas sentir que la música, literalmente, te haga vibrar.
Algo viejo:
Juan Luis Guerra – El Niágara en Bicicleta (1998)
Como suele ocurrirme, a propósito de nada, me puse a escuchar merengue y fue inevitable toparme con Juan Luis Guerra, toda una institución en este género.
Recuerdo que de niño, durante la década de 1990, Juan Luis Guerra era muy, muy popular en México. En especial, tengo claro que una de mis medias hermanas escuchaba mucho sus canciones y es por eso que, unos treinta años después, recuerdo el estribillo de Burbujas de Amor.
Dándome un clavado entre sus canciones más representativas me topé, lo cual también era inevitable, el Niágara en bicicleta, de su disco No es lo mismo ni es igual (1998) una canción que su título no te advierte que se trata del mal estado en el que se encuentran los hospitales en América Latina. Basado en una experiencia del propio Juan Luis Guerra, por si fuera poco.
Además es un tema tan irresistiblemente bailable que es absurdo.
Es el tipo de canciones para decir «con música, las penas son menos».
Algo inusual:
Above and Beyond – Falling (2020)
Recientemente falleció David Lynch, una de esas personas que encarnó en toda su extensión el ser un artista. Es una pérdida enorme, pero nos quedamos con su extensa y única obra.
Desde luego, pensando en Lynch, terminé escuchando el soundtrack de la serie de televisión Twin Peaks, compuesto por Angelo Baladamenti; especialmente el tema principal, una versión instrumental de Falling, cantada por Julee Cruise (1989).
Es el tipo de canciones que me fascinan profundamente, etéreas y con una carácter melancólico.
Así que me sorprendí enterarme que Above & Beyond, un grupo de música Trance, House y EDM en general, hubiera hecho un cover de Falling, con la voz invitada de Zoë Johnston.
Fue una sorpresa agradable, después de todo Above & Beyond tiene dos discos acústicos y sus integrantes tienen entrenamiento musical clásico. Es una versión que respeta el original, quizás demasiado, pues no hay mucho que te diga «esto es Above & Beyond», lo cual no es malo para este tipo de canción.
Ya lo dije, es música para sentirte melancólico y, bueno, para recordar a David Lynch, en particular, y a todas las personas que crean arte que nos hace ver la vida de una forma un poco diferente, en general.
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