Esta semana, un par de cosas rápidas de música electrónica y algo barroco.
Algo nuevo: Ludwig A.F. – Never Enough (2024)
Ludwig A.F. es un productor alemán que se caracteriza por producir canciones que combinan sonidos de techno y house progresivo con percusión de breakbeat, usando una instrumentación minimalista. El resultado son canciones muy agradables, que suenan a que pudieron salir de mediados de la década de 1990.
Never Enough es su sencillo más reciente, que cuenta con tres canciones, Never Enough, con percusión frenética y un bajo que le da dimensión a la composición; Summerswing, con colaboración vocal de just lil, y mi favorita de entre las tres, quizás porque me recuerda a Orbital y Opus III; y Chalk que la más ambiental de las tres composiciones, poblada de texturas bastante interesantes.
No tengo mucho más que decir, son canciones ideales para escuchar cuando necesitas despejar tu mente.
Algo viejo: Apashe – Antagonist (2023)
Pasamos a hablar ahora de un disco potente y estruendoso. De buena manera, creo yo.
Antagonist es el quinto disco del músico belga Apashe en el que, como de costumbre, encontramos una mezcla de música clásica con dubstep, trap y drum and bass. Por poner un referente muy conocido, es similar a las composiciones de Don Davis con Juno Reactor para los soundtracks de la trilogia The Matrix; con la misma suntuosidad en la producción.
El disco abre con King, una canción con pasajes corales enormes, percusión contundente y la participación invitada de Busta Rhymes. Desde allí nunca baja la intensidad. Incluso canciones relativamente tranquilas, como Devil May Cry o Kyptonite suenan implacables.
Yo no tengo ninguna problema con ello, me parece que Apashe tiene éxito en combinar la sensibilidad de la música con distintos géneros de música electrónica. De verdad se siente como el soundtrack para una obra de cyberpunk.
Eso sí, quizás puede ser agotador para algunas personas que en todo momento estés bombardeado con bajos profundos, percusión impactante y secciones de metales y cuerdas estridentes.
Ente mis cancios favoritas están Revenge of the Orchestra, Fracture y Catch Me, precisamente porque me recuerdan mucho a las escenas de acción de The Matrix. No puedo evitarlo, me encanta The Matrix.
Definitivamente música para escuchar durante una persecución en una autopista urbana.
Algo inusual: Rondò Veneziano – La Serenissima (1981)
Esta canción en realidad la conozco por una versión de RMN del 2000 y al grupo Rondò Veneziano por un amiguito italiano con el que conversaba en foros de música hace ya casi 20 años.
Lo que desconocía por completo era la estética que tenía este conjunto musical especializado en música barroca con instrumentación moderna, liderado por el Gian Piero Reverberi, que desde la década de 1980 han publicado unas cuantas docenas de discos.
Rondó Veneziano eran robots tocando instrumentos musicales y observados por visitantes de otros planetas.
Si me dicen que Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo se inspiraron un poco por la indumentaria de este conjunto italiano, que también la usaba en su presentaciones en vivo, lo puedo creer.
En todo caso la música de Rondò Veneziano es justo la correcta para disfrutar con calma una taza de te o de café, según lo prefieras.
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